Beso

28.02.2023

Con ese primer beso jugó al azar y ganó la recompensa de volver a sentirse amada.

El siguiente llegó acompañado de la conexión más intensa de sus miradas, advirtiendo algo bello y especial, que les hizo retroceder en el tiempo y estremecer el alma evocando sensaciones que creían olvidadas.

Desencadenaron entonces una lluvia de caricias y ella se encontró dibujando esos labios entre sus dedos, percibiendo aquella sonrisa debajo de la que trazaba su mano.

Y cerró los ojos y lo sintió suyo.

Abriéndolos nuevamente se dejó llevar derritiéndose en esa mirada, y volviendo a cerrarlos, retomaron ambos la sinfonía de sus latidos.

¡Se debían todos los besos que se habían dado con la mirada!

Y le inundó la sospecha de que ese beso no fue solo un beso…

Esos besos cicatrizaban sus heridas.

Esa sonrisa le rescataba el alma.

Esos labios..., esos labios fueron su perdición.

Acariciaron sus corazones y les hicieron recordar que siguen ahí, latiendo con fuerza.

Así, él se coló en su corazón y ella en el suyo.