Desconocidos.

Se soñaron y se hicieron realidad.

Se cruzaron sin buscarse y se lanzaron a la aventura.

Fueron las dos caras de la misma moneda…

Todo y nada.

Amor y desamor.

Tormenta y calma.

Fueron cordura y locura.

Un cuento sin acabar, un "sí" pero "no", algo que sabían que tendría punto y final, y así y todo no supieron ponerle puntos suspensivos.

Sí, se soñaron y se hicieron realidad.

Y ahora son lo que duró, lo que imaginaron y lo que no pudieron completar, fantaseando con la idea de volver a encontrarse y quizás, quien sabe, volver a repetirse.

Y ahora se ahogan en un mar de preguntas naufragando en orillas sin respuesta.

... ahora…, ahora son solo... dos desconocidos.