#diciembresincero

Y en tal solo un pestañeo, un simple abrir y cerrar de ojos llega diciembre otra vez para recordarnos que el tiempo sigue pasando, sigue su curso implacable sin detenerse, y nosotros con él.
Diciembre, el mes por excelencia de las promesas (in)cumplidas.
El mes de las lucecitas de colores y los encuentros, algunos forzosos, que generalmente acaban en un "tenemos que vernos más", y no, no tenemos que vernos más, tenemos que vernos, a secas, sin más.
Porque cuando uno quiere saca tiempo y lo hace, se puede estar de muchas maneras por lo que no hay excusas, solo hay (o no) interés y ganas.
Así que yo te deseo entre feliz navidad y feliz año nuevo, un "diciembre sincero", extensible y que puedas desenrollar todo el año.
Donde priorices lo que de verdad importa.
Donde enfoques tu mirada en todo aquello que te haga feliz.
Donde te busques (y, si es posible, te encuentres).
Un diciembre donde tengas fuerzas para decir que "no" cuando de verdad no quieras, y por si acaso se te anudan las palabras en la garganta y no te sale, te regalo un "no" bonito para que siempre lo lleves en el bolsillo.
Porque no es malo decir que no, solo es darte espacio para ti.
Saca la bandera blanca y date una tregua.
Echa la vista atrás y disfruta del camino recorrido.
No hay nada más bonito que unos "buenos días con alegría", un "que bien lo pasamos ayer", un "gracias por venir", o un "gracias por estar…"
Hoy diciembre abre las puertas y yo vuelvo mi mirada hacia adelante, y por primera vez no tacharé casillas en el calendario ni escribiré propósitos en mi diario…
Solo me dedicaré a que el PRESENTE se convierta en las letras de mi abecedario.
¡Feliz #diciembresincero a todos!