Ellos

Con una caricia escribió un poema en su piel.

Con un abrazo ella cerró los ojos sintiendo que podía sola contra el mundo.

A él le bastó solo un beso para abrir la puerta y adentrarse en su corazón y desde entonces pasea entre sus pensamientos, haciendo que su cuerpo le recuerde en cada suspiro, en la brisa que suavemente roza su piel o en la letra de una canción.

Un beso tímido rompió todas sus estructuras empujándola a sus labios en un pequeño instante.

Llevándolo clavado como una espina en su costado, entrando despacio.

Gritó poniendo al mundo por testigo de su empeño por odiarlo reconduciendo sus pensamientos a los momentos en que, sin querer, se hirieron con afiladas palabras, pero fracasó desmedidamente en cada uno de esos intentos, cada vez que esa sonrisa le adelantaba para terminar ganándole la carrera.

Inevitable e inexplicable atracción. Condenada por un pecado, encadenada a un deseo.

Olvidarlo…

…quería?

…podía?

…necesitaba?

… un propósito que será la eterna duda persistiendo indemne y rogándole al tiempo que en infinita compasión se apiade de su alma.