Ojos tristes.

20.10.2023
Sumando victorias...


¡Suéltalo!

No importa el daño que causes, si a ti te hace bien, suéltalo.

Pero ¡ten cuidado!, que la pelota puede cambiar su trayectoria en cualquier momento. La vida te puede poner en otro lugar y ya no tendrás la misma perspectiva.

Quizás luego sea tarde.

El mundo gira y como tal, a veces estamos cabeza arriba pudiendo mirar por encima del hombro, pero también podemos estar cabeza abajo, y ya no es lo mismo.

Es duro entender que no todas las personas harían por mi lo que yo puedo llegar a hacer por ellas, y que algunas podrían llegar a hacerme lo que jamás les hubiera hecho yo.

Por un momento te permitiste ser el ombligo del mundo, con derecho a herir sin mirar más allá de tu dolor, y sin importar en lo más mínimo el daño que causaste.

Te permitiste la pena de ser víctima, pero sin soltar el cuchillo, y detrás de la ira de tus lindos ojos había dolor, mucho dolor..., no fuiste capaz de ver que el mayor daño te lo estabas haciendo tú.

No voy a hacer la transición de pasar de buena a tonta y poner la otra mejilla, ya no, ya no preguntaré  siquiera, y ¿sabes por qué?, porque el dolor que has causado es tuyo. Eres tú y solo tú quien debe asomarse a su interior y leerse, te lo recomiendo, es un buen ejercicio, ¿sabes?

Por mi parte te libero de la tortura de haberme tenido en tu vida, aunque sea solo unos meses. 

Cuando los sentimientos no son de verdad es mejor cortar de raíz…

...se sufre más, pero se cicatriza mejor.

Hay historias que necesitan tiempo para reposar y dejar que todo vuelva a donde tiene que estar, sea cual sea su lugar… pasado, presente o futuro.

Hay historias que, aunque cierres puertas y ventanas, se quedan ahí.

Hay historias que se escriben con el corazón y se borran con la razón.

Hay puntos finales que son el inicio de buenas nuevas, por eso al final, decido poner dos puntos más y que la vida continúe…

No quiero historias donde el intento de sonrisa se quede en mueca, quiero sonreír de verdad.

                                                ...a Marian por enseñarme que no siempre el que te sonríe te quiere de verdad.

Ayer me fui a dormir con el alma rota y hoy me comí el mundo para desayunar, así es la vida, siempre nos deja espacio para aprender y sorprender…