Piezas

10.11.2023


En cada presente que vivimos somos ni más ni menos que la pieza de un gran puzle.

Hay espacios donde intentamos encajar y cuando creemos conseguirlo aparece una pieza que combina mejor con los colores de alrededor, y vuelta a empezar…

Nos calzamos las botas de lluvia y como si de charcos se tratara vamos dando saltos entre espacio y espacio, de aquí para allá, sin prisas, salpicándonos de emociones y repitiéndonos que ya llegará nuestro momento.

El tablero, como la vida misma, está hecho de pequeños huecos…

… en algunos guardamos los atardeceres más bonitos en los que nuestra mirada se pierde hasta que el sol desaparece, alguna que otra cerveza, algún café, los besos, los amigos y la piel…

… otros son más oscuros donde habitan los monstruos que alguna vez salen a la luz para arrastrarnos a los lugares donde no queremos volver, espacios deshilachados, llenos de heridas, decepciones y cicatrices…

A veces somos una pieza fácilmente reconocible, con un simple detalle sabemos perfectamente donde encajamos, pero otras nos convertimos en la figurita difícil empeñándonos en creer ver el detalle que nos haría encajar en el espacio que queremos sin darnos cuenta de que cada espacio está hecho a la medida de ese presente que somos en cada momento.

También somos en alguna ocasión una pieza de otro puzle que se equivocó de caja, el patito feo que no encuentra su sitio, hasta que un día después de esquivarla no sé cuantas veces nos percatamos de ello y la devolvemos a donde pertenece…

De la forma que sea, ese tablero es nuestra vida, con lo bueno y lo malo, o con lo bueno y lo no tan bueno...

Pero ¿sabes qué?, que está bien que así sea, porque somos un todo y porque reconocernos en ese todo, nos hace apreciar más lo que realmente merece la pena.

Así y todo, prefiero ser la ficha difícil y recibir con certeza aquel único espacio que me regala la vida…

 (porque no todos los espacios son de nuestra talla.)