Ponte el chubasquero!

17.01.2024



Y hablando de decepciones…

Hay cielos despejados en los que ponemos las expectativas por encima de la realidad y de repente llueven decepciones, y tras ellas como en los malos tiempos, llega la claridad y la calma.

Decepciones como fina llovizna, de esa que moja mucho sin parecerlo.

Decepciones que caen como un chaparrón, así de buenas a primeras, sin esperarlo, dejándote empapada de arriba abajo, y en un abrir y cerrar de ojos te quedas sin saber de dónde ha venido.

Decepciones que amenazan, que las ves venir en un cielo cada vez más oscuro, como esas tormentas que van tomando forma hasta que encuentran el momento para desencadenar con todas sus fuerzas y rayos estruendosos que te ensordecen hasta dejarte suspendida en medio de preguntas, muchas de ellas sin respuesta.

Decepciones que, aunque pequeñas, golpean con fuerza como el granizo.

Y también están las persistentes, las que se repiten una tras otra como cuando llueve varios días seguidos sin tregua, y tú dices…, ¿hasta cuándo?, ¡para ya!

En medio de ellas el miedo se acerca despacito, de puntillas y en silencio se apodera de ti. No le des cobijo, solo mírale a los ojos, porque ya te desafió alguna vez y sabes lo que quiere de ti.

Al final, no importa cuánto llueva, ponte el chubasquero y sal a la calle, a las decepciones y al miedo hay que plantarles cara.

Libérate del paraguas…, y

… sáltalas como a los charcos, aun sabiendo que te vas a ensuciar.

… báilalas bajo la lluvia, mojándote hasta el alma y mezclándolas con tus lágrimas, aun sabiendo que perderás el equilibrio.

Pronto se disiparán dejando nuevamente un cielo azul en el que balancearte sobre la cuerda de una sonrisa que con su alegría te hará llegar a las nubes…

Así que cierra el paraguas, confía… y ¡mójate sin miedo!