Razón(co)razón.
El amor no es aquello que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer.
Y de repente viene un día mi corazón a plantearme que necesita espacio.
Me quedé pensando…
Por alguna o varias razones llevábamos algo de tiempo distanciados, y decidí dejarle marchar.
No es la primera vez que lo hace, pero ahora fue diferente, me lo dijo, como pidiéndome permiso.
Hizo las maletas y se alejó sin rumbo.
Me quedé pensando…
¿Se habrá cansado de caminar conmigo que últimamente lo hago más cabizbaja que nunca?.
Quizás esté por ahí bailando silencios harto de tanto escucharme llorar,
puede que esté en urgencias intentando sanar las heridas que le hice,
o escondido protegiéndose de tanta decepción, no lo sé…
A lo mejor está en aquella orilla esperando a que la certeza le rescate... o le empuje.
¿Acaso esté deambulando en soledad buscando respuestas?
Tal vez esté soñando despierto aquellos sueños que di por perdidos,
… igual fue a interceder con mis demonios para que me dejen en paz, quien sabe.
En alguna ocasión me confesó que ya no podía con tanto desatino, quizás por ello me dejó sola con la razón.
Ellos nunca se llevaron del todo bien, les cuesta ponerse de acuerdo, pero los necesito a ambos para deshacer todos los nudos atorados en mi garganta, si ya es difícil hacerlo con los dos, más aún lo es si me falta uno de ellos.
Dicen por ahí que la razón tiene razones que el corazón no entiende..., pero sin las razones del corazón yo no podría vivir.
Sin ella muero poco a poco, pero sin él…, muero a tiempo completo.
Probablemente me dejó por las veces que intenté imponerle cordura a su locura, o incluso las veces, que, sin pensármelo mucho, le di sepultura.
Mi corazón es andariego.
Volverá.
Lo sé.
Lo siento…
…porque mi corazón es alegre solo que ahora necesita..., un poquitito de tiempo.