Salud!
"Que los mejores momentos de nuestro pasado sean los peores de nuestro futuro" (refrán popular irlandés).
Desde hace años conservo corchos dentro de una gran damajuana…
No es que sea una borracha o que esté loca, que podría ser, pero en este caso solo es para contaros que es una de mis formas de atesorar momentos mágicos compartidos con una buena copa de vino.
Dicen por ahí que recordar es volver a pasar por el corazón.
No me creo eso de que las cosas "valen la pena", yo creo mas bien que las cosas valen todas las alegrías del mundo, todas las que hemos construido desde lo más sencillo, desde lo más sincero, desde dentro…
En esa damajuana hay años de risas y también lágrimas.
Cada uno de esos corchos cuenta alguna historia…
… conversaciones profundas,
… charlas sin ningún otro sentido que reír a carcajadas de nosotros mismos,
… hay confidencias,
… hay compañía,
… algún cotilleo…,
… proyectos, planes, ensayos,
… cordura y locura,
… y también una que otra copita en soledad…
En pequeños traguitos no ahogué las penas, simplemente las puse en remojo mientras las saboreaba de otra forma, mientras intentaba encontrarles sentido.
Hay corchos más dignos de confesionario que de tertulias.
En esa damajuana hay botellas descorchadas para brindar por mil motivos…, por un año más, por los logros, por las partidas y las llegadas, los encuentros y los reencuentros, y muchos brindis porque sí.
Hay corchos andariegos que vienen del otro lado del charco.
Vinitos de aquí y vinitos de allá, caros, baratos, tintos, blancos, rosados, cavas..., tantas variedades como anécdotas en cada uno de ellos.
Esa copa de vino cuando llegas del trabajo y te sacas los zapatos..., o la que disfrutas al fuego de la chimenea, o alguna fresquita al anochecer de un caluroso día de verano.
Y como cada uva es diferente, también diferentes somos nosotros, unas persistentes y otras más suaves, pero no por ello menos intensas.
Nuestro maridaje no es para todos…, así te vas dando cuenta que por mucho que te empeñes en compartir tu copa de vino, no todos los sabores son para todas las bocas...
¡Salud!